jueves, 7 de junio de 2018

"Donde esté una buena hostia a tiempo..."


He presenciado estos días un debate a raíz de este vídeo. La sensación al verlo es de rabia ante el mal comportamiento, e incluso me he encontrado una bastante generalizada defensa de la agresión del adulto al niño (ver, también, los comentarios en Youtube)

El caso, hay que reconocer, es excepcional. No se ve todos los días a un niño encararse y golpear de esa manera a un adulto. Es entendible que genere rabia y ganas de, digamos, corregir su conducta. Pero lo cierto es que, aunque el adulto hace bien al ignorarlo y retirarse del lugar en un principio, comete el error de pararse en un momento dado, y encararse. Eso es justamente lo que motivaba la conducta chulesca del niño, que buscaba una reacción. A partir de ahí el despropósito.

¿Posible alternativa eficaz? Seguir ignorando al niño (sin parase para encararse), y salir del lugar.

Pero no me interesa tanto este excepcional caso. Sino que a partir de él, se lean toda clase de justificaciones sobre la necesidad de la hostia a tiempo como medida educativa aplicable a los niños en general.

Tenemos el artículo 19 de la Convención de Derechos del Niño, que promueve la adopción de medias contra "toda forma de perjuicio o abuso físico o mental"
El artículo 154 del Código Civil en España sobre el respeto de la "integridad física y mental".
El artículo 147 del Código Penal, que castiga al que "golpeare o maltratare" a otra persona aun "sin causarle lesión"

Tenemos pues unos derechos y una legislación que es clara en su oposición al castigo físico. 
Pero aún así sigue habiendo cierto apoyo implícito a estas prácticas por parte de jueces, padres, y parte de la sociedad.

¿Por qué?
¿Será por falta de alternativas a ese castigo físico?

Resulta que no. Ya que también tenemos toda una serie de técnicas de modificación de conducta que se ha mostrado eficaces sin recurrir al castigo físico, las cuales se fundamentan en medidas preventivas (para evitar la aparición de conductas problemáticas del niño), medidas reactivas (para reaccionar alterando las consecuencias de la conducta problemática, y por tanto su probabilidad de re-aparición futura). También es posible acudir a la enseñanza de habilidades alternativas o de afrontamiento que hagan innecesarias la emisión de conductas problemáticas.
(Más info en posteriores entradas)

¿Qué es lo que falla entonces?

Apuntaría en varias direcciones.

  • Por un lado la falta de concienciación. ¿Os acordáis del "mi marido me pega lo normal"? Es un libro que habla sobre una época no tan lejana en la cual cierto grado de "corrección física" de la mujer, no estaba mal visto. O desde luego no como ahora. Hoy día, afortunadamente, no dudamos en calificarlo de maltrato, y tenemos legislación específica y una gran concienciación para luchar contra ello.
    Pues bien, creo que con la "hostia a tiempo" debería pasar igual. Sólo que aún estamos en fase de relativa poca conciención (vamos progresando, eso sí).
  • Por otro, el déficit recursos (información, dominio de técnicas,...) con el que cuentan los padres. Lo cual no es algo que deba llevar a responsabilizar únicamente a estos, sino que es una responsabilidad de toda la sociedad. Incluyo a los profesionales de la psicología quienes tenemos a nuestro alcance hacer llegar nuestros conocimientos de la forma más atractiva posible (por no entrar en las actitudes permisivas con esta corrección agresiva que también he visto en profesionales del gremio que trabajan con niños).
"¿Dónde está mi tribu?"
Ese título tiene un libro que estoy ojeando, sobre la vulnerabilidad y soledad en la tarea de ser padres, en una sociedad individualista y con enormes dificultades de conciliación familiar-laboral.

Ser padres es uno de los grandes retos de la vida.

El ideal de buen padre propio de la cultura pide: darles amor, ser comprensivo, ser autoridad, y tener el autocontrol suficiente para no desbocarse en esas situaciones complicadas que se dan con los niños a veces ((unos niños que buscan poner los límites a prueba como parte de intento de comprensión del mundo).

El ideal de sociedad, desde mi punto de vista, prestaría un enorme apoyo a esta labor tan importante y a la vez tan complicada. Intentando con ello, además, facilitar la no-recurrencia a prácticas que abusen del poder físico. Cosa que no ocurre en una sociedad donde ni a padres ni a profesores se les da siquiera nociones básicas de un manejo respetuoso de la conducta de los niños.

Sólo quería reflejar  una percepción que he tenido entre ayer y hoy, y un apunte de análisis posible. Aquí tenéis otro muy interesante sobre el mismo tema.
Quiero dedicar, más pronto que tarde, otra entrada para hablar sobre el abordaje de las llamadas conductas desafiantes.

sábado, 14 de abril de 2018

¿Por qué molesta el feminismo?

Segunda entrada sobre feminismo en este blog. A diferencia de la de MC, esta partirá desde una óptica diferente, más externa, y va a apuntar factores que creo afectan a la hora de percibir el feminismo con cierta resistencia.

La mayoría de los hombres, tengamos actitudes machistas más o menos marcadas, solemos pasar un poco de puntillas por el feminismo. Quizá en el ala más 'progre' lo vemos como algo obvio en esencia, que no dudamos en apoyar teóricamente, pero que no siempre está muy interiorizado como algo "nuestro". En cierta manera, puede ser lógico, por no pertenecer al grupo que reclama esos derechos.
Pero el feminismo no nos debería resultar ajeno por muchas razones, entre ellas pienso a bote pronto:

- Humanidad. Quien comparta valores de igualdad sin distinciones, debería favorecer este movimiento.
- Los hombres tenemos hermanas, amigas, madres, o parejas, a las que estamos apegados más que a la mayoría de los otros hombres, y a través de las cuales podemos percibir y sufrir (indirectamente) el machismo.
- El machismo tiene una vertiente limitante para el propio hombre, al pautar una forma de hombre machotil ideal y censurar otras formas de ser. Esto es, nos quita libertad.

Si eres un hombre, no te permitirás, por amor propio, demostrar temor o reconocer una neurosis de ansiedad
(Rótulos expuestos en las bases militares aliadas en Malta durante la 2ªGM)

Bien. Tenemos que el feminismo debería ser importante también para nosotros. Pero aún así parece que hay algo de recelo. Al menos una parte del feminismo diría que es rechazado en la mayoría de los círculos de hombres (y también quizá buena parte de las mujeres, pero este es otro tema).
Una parte importante, y posiblemente la principal, de este rechazo puede ser por los cambios que implica realizar en nosotros mismos. Y no sólo por el mero hecho de cambiar, que no suele ser tarea fácil. Sino porque estos cambios nos sacan de una posición privilegiada. 
(Nota: No voy a profundizar en esto, porque aún siendo posiblemente la razón principal, es la más obvia y ya viene bien reflejada en el artículo que acabo de enlazar arriba. Es la asignatura pendiente de nosotros los hombres, que tenemos que divulgar entre nosotros mismos).

Otra parte del rechazo un poco menos obvia creo que tiene que ver con psicología de los grupos.
Desde mi punto de vista, hay factores que influyen en que los hombres se sientan violentados por el hecho de su pertenencia grupal. Más allá de tildarlos de "ofendiditos" y demás, veamos qué puede estar influyendo:

El lenguaje creador de bandos

El lenguaje no es meramente  una "herramienta"(...) sino la materia misma de la que está hecha nuestra identidad como actores de la vida
(Marino Pérez, psicólogo)


El lenguaje empleado por muchas feministas supone la homogeneización del grupo hombres.
Con ello, expresan cualidades negativas aplicables a todo el grupo (abusadores, creencia de superioridad, privilegios injustos, etc). El fenómeno de homogeneidad exogrupal, es decir, percibir a los miembros del otro grupo como muy parecidos entre sí, está bastante estudiado en Psicología Social, con diferentes tentativas de explicación.

Teniendo en cuenta que nuestra pertenencia a un grupo influye en nuestra identidad y autoestima, la reacción es lógica ante tal autoimagen negativa impuesta es:"Yo no soy así".
Lo que en internet se conoce como el #NotAllMen

Esta reacción (NotAllMen) es criticada. La justificación de esta crítica es que cuando se homogeneiza al grupo hombres por parte del movimiento feminista, ellas asumen que están generalizando. Que no hablan de Rubén o de David. Que hablan de la sociedad patriarcal.

Meme visto en redes sociales sobre esta crítica al 'NotAllMen'

Reconozco que esto me chocó. A los "progres" se nos llena la boca de defender este NoAll-Loquesea, por creer que tiran de prejucio y generalización injusta:
- No todos los musulmanes son radicales.
- No todas las personas con trastorno mental son potencialmente peligrosas.
(...)
En el caso del machismo, puede argüirse que los comportamientos machistas si que están generalizados. Pero, si cogemos ese filtro laxo, deberíamos extender a hombres y mujeres, puestos que estos comportamientos puede que se den en la mayoría de individuos de ambos sexos.

En vez de estigmatizar por grupos, y crear así una posible rivalidad que no sirve para nada, quizá deberíamos señalar a la estructura, que nos socializó y nos metió esas mierdas que ahora intentamos eliminar. Cambiar el sujeto, diciendo, por ejemplo, "la sociedad patriarcal es..." , sería más atinado. Aclarando que son acusaciones referidas a la estructura, a la socialización de género, y no tanto al grupo de hombres.
Emplear un lenguaje que enfatice la separación de bandos, y la culpabilización de los otros, creo que da lugar a reacciones defensivas en ese supuesto otro bando
En contraste, un lenguaje que señale el problema de todos como sociedad, sin separar bandos, sería una óptica más pedagógica y también realista, que suscitaría menos defensividad, y por tanto sería también posiblemente más efectiva en su labor de comunicación, divulgación y cambio.

Póngase el caso de la divulgación pro-diversidad o pro-personas con discapacidad. En este tipo de divulgación no se emplea un lenguaje estigmatizante hacia los no discapacitados, incluso aunque son ellos los que siempre han coartado los derechos de los discapacitados. No se los etiqueta con categorías peyorativas. Sino que señala el problema como algo social, una tendencia interiorizada. Si queremos aliados, es mejor una labor educativa que culpabilizadora

De ayudar a ser reprochado, un paso

Como causa justa que entiendes que es el feminismo, puedes pretender ayudar de una forma que implique algo más que mostrar acuerdo. Este es un tema también muy debatido en redes. Puesto que se corre el riesgo de, incluso con buena intención, asumir un protagonismo en el movimiento feminista que reflejaría precisamente un machismo implícito (por estar nosotros tradicionalmente educados en la dominancia y protagonismo). En realidad, no sin razón.
(En tema manifestaciones, se indica, por ejemplo, que tengamos un papel facilitador para que ellas acudan, y que en caso de acudir nosotros tomemos un rol secundario)

Pero también es entendible que este es un concepto que puede chirriar también de primera mano, y que conviene explicar. Cualquiera que pretenda ayudar puede por inercia emprender un papel activo, y esto puede confundirse con esta dominancia machista. Hay que hilar fino al separar, pero de nuevo pueden pagar justos por pecadores. Aquí tenemos un vídeo de una youtuber sobre que la clave para ser un buen aliado es mirar primero tus privilegios



Si muestras desacuerdo, puedes ser sospechoso (etiqueta al canto)

Este aspecto me ha molestado últimamente. Escucho no pocas veces la idea de que las discusiones son inútiles, puesto que nadie va a convencer a nadie. Pues depende. De lo trascedental de las creencias en juego (el grado de identificación), de tu mentalidad más o menos abierta, etc. Hoy día me considero una persona atea. Hasta los 16-18 años, sin embargo, participaba en coloquios (con amigos, en internet, etc) defendiendo a capa y espada la religión.

Recientemente me he encontrado que, por mostrar desacuerdo en un aspecto secundario del feminismo (las formas de expresar), se me ha caricaturizado la opinión, estirando hasta parecer que no reconozco ciertas injusticias (esta caricatura es lo que se conoce como falacia del hombre de paja). También se me ha dicho que por ser hombre mi opinión cuenta menos, y que deje de imponer. Algo que creo desmesurado ante quien que intenta confrontar sus ideas para sacar algo en claro. Y que hasta diría que roza la falacia del argumento de autoridad.

Las discusiones no siempre son inútiles. Y el desacuerdo puede ser fuente de acuerdos tras el intercambio de opiniones. O no. Pero la actitud de censura + etiquetado de nuevo, además de posiblemente ser injusta, generará más defensividad. En lugar de eso, prudencia, intercambiar opiniones, o pasar del tema si no se tiene ganas y/o se ha topado con maleducados.

Al hilo de todo esto, suscribo la conclusión de este artículo de una conocida divulgadora feminista en redes sociales (Ayme), en el cual comenta la importancia de ser autocríticos, también dentro del activismo. Y de aquí parto para una reflexión final en esta entrada. 

Creo que como hombre debo acercarme al feminismo, seguir preguntando, y seguir confrontando. Tengo que ser cuidadoso a la hora de analizar por qué me molestan algunas cosas, que normalmente será porque no quiero dejar mis privilegios. Pero en este proceso de analizar mis mierdas, quiero no sentirme estigmatizado con tanta facilidad únicamente por mi pertenencia a un grupo. Quiero tener también la libertad de poder ser crítico hacia fuera si veo que algo se hace mal, sin que por ello se polarice mi opinión, o se me etiquete de nada peyorativo. Que no por decir estas palabras que escribo, se interprete atomáticamente que intento demostrar mi superioridad como hombre, ni hacer gala del protagonismo/dominancia machista.

Sólo espero que, dado que el feminismo necesita de esa otra mitad de la población, la experiencia de por qué chirría a veces incluso a hombres "progresistas" pueda servir. Tanto para las que luchan por sus derechos como para los que, como mínimo, no tenemos intención de entorpecer esa lucha. Nosotros también tendremos que ir haciendo nuestro propio trabajo interno.

lunes, 19 de marzo de 2018

Standby

Llevo una temporada con la sensación de estar como en standby, a la espera de que llegue algo que me ponga de nuevo en acción. Es lo que tiene el postpir, lo sé, y seguramente muchos os sentís igual. Me encantaría poder decir que este tiempo de descanso me ha hecho recuperar las ganas y la motivación para un nuevo año de estudio pero no, esta vez no. 
No puedo evitar mirar atrás y pensar en estos cuatro años anteriores y en la persona que era cuando acabé la carrera, y en cierto modo me echo de menos. Era mucho más alegre y estaba llena de ilusiones, motivación y esperanza en el futuro y ahora a veces solo me encuentro con una sombra de lo que fui. Sin embargo en otros aspectos soy mucho mejor de lo que era antes y me gusta más quién soy ahora.  
He aprendido que los sueños no siempre se cumplen por mucho que luches y por muchas ganas que tengas de ellos, y que tampoco pasa nada si no lo conseguimos porque el mundo sigue, que es necesario chocarse con la pared varias veces hasta poder mirar con perspectiva y encontrar otro camino. Me he descubierto a mí misma y a la persona que quiero ser, he aprendido a transformar los sueños, a diversificar, a disfrutar más del momento, a tolerar la frustración y a rendirme. 
Al final del día no cambiaría por nada estos cuatro años (aunque ojalá hubieran acabado con otro resultado) porque las horas pasadas conmigo misma y mis pensamientos y la gente que he conocido por el camino han hecho de mi quien soy hoy. Y aunque quizás en cierto sentido me siento ahora hasta más perdida que cuando acabé la carrera, he llegado a la conclusión de que volveré a sentirme así en muchísimos momentos en mi vida. Cada vez que cambie de etapa, cada vez que no me sienta satisfecha con lo que haga o cuando esté simplemente aburrida de la rutina. Así que cuando esto pase me pararé, veré que es lo que no funciona e intentaré cambiarlo para poder salir de esta espera y encontrar un nuevo camino que al menos me de la suficiente motivación para tirar otra temporada, porque todos sabemos de sobra que para saltar y correr primero hay que pararse a coger impulso.

viernes, 16 de marzo de 2018

Cómo tratar con un opositor (y no joderlo en el intento)

Veamos, este post surge porque me vuelvo a encontrar con las mismas reacciones tras la publicación filtración (gracias Ministerio querido) del orden de las plazas del PIR (sí, también existimos los demás IR, chicos de Redacción Médica y demás medios).

Dejo las pullitas. Como dije en anteriores posts, si el año pasado tomé por fin la decisión de dejar progresivamente en un plano secundario el PIR, fue porque no lo podía sostener. No podía sostener esa crítica y mal sentir hacia mi mismo. No quería más drama por no tener plaza o no quedar como me gustaría. Porque rara vez estás a gusto con tu puesto, incluso aunque te quedes cerca (y más conociendo varios casos de opositores que se tiran varios años quedando a las puertas)

Bien, pues si ya es jodida esa, a veces, excesiva autoexigencia en la que caemos los opositores tan frecuentemente, luego tenemos que sumar los comentarios de gente del entorno. Que con toda la buena intención del mundo, a veces tienen más efectos negativos que positivos.

Antes de nada, autocrítica: reconozco que tratar con un opositor no es nada fácil. Quieres apoyar, pero no fastidiar, pero a la vez ves como lo pasa mal y a veces hasta lo paga contigo, pero no quieres influir, pero...pero...
Como le he dicho a algunos compañeros alguna vez, si nosotros fueramos esas personas del entorno, es muy probable que cometiéramos los mismos fallos. Así que seamos comprensivos también con ellos, y valoremos sobre todo su buena intención. Dicho esto, una vez tenida en cuenta su intención, no tiene nada de malo comunicar si algo te molesta, indicarles otras formas de preguntarte u otros comentarios que te ayudarían más, etc.

A continuación voy a hacer un decálogo guía sobre cómo tratar con un opositor, basado en mis muchos años de experiencia PIR, y en la de mi entorno opositor. Allá va:

- Antes del examen:

1) NO HAGAS COMENTARIOS IMPERTINENTES POR LA DIFICULTAD U OTROS ASPECTOS DEL EXAMEN Y DE LO QUE IMPLICA.
No, no ayuda que cuando dices que el PIR son 4 años de residente y luego a la calle, la persona de turno te ponga caras de asombro, añada algo como: "¿Y llevas 4 años estudiando para ejercer 4 años? ¿Y luego ya está?" Este ejemplo es extremadamente frecuente. Nos pasa a todos y con todo tipo de personas. Lo que no se da cuenta esa persona es el perjuicio que puede provocar con un comentario así.
Podría seguir con otros comentarios típicos como "ya te lo sabrás todo ¿no?". Cuando es humanamente imposible sabérselo todo, y menos en un examen de temario abierto.

2) PREGUNTA PARA CONOCER EN QUÉ CONSISTE LA PRUEBA
En lugar de las caritas y los comentarios desafortunados, uno puede informarse por su cuenta o preguntando educadamente. Y, aunque le parezca un proyecto que él no emprendería, respetarlo y entender que no todos tenemos las misma prioridades en la vida. En este caso, hay personas con las ideas claras, y con clara vocación, que hacen hasta lo que parece más descabellado por tal de ejercer su profesión. Respétalo. Las quejas y las caritas, a los políticos , a los que se la suda la atención en Salud Mental (ya sabes, menos sofás cuando salgan los 15Ms y demás, y más calle).

3) NO TE PASES DE PESIMISTA PERO TAMPOCO DE OPTIMISTA
Todos queremos creer, y hasta necesitamos creer, que aquello en lo que nos embarcamos es posible. Y de hecho lo es. Pero un error muy habitual es, con la intención de animar, hacer comentarios que posteriomente pueden resultar dañinos.
"Tranquilo, eso está hecho"
"Tú eso te lo sacas con la gorra"
"Te has matado a estudiar como nadie, que te he visto yo, y ya te toca"
En primer lugar, esas frases son falsas. Bien intencionadas, puesto que quieren transmitir apoyo y confianza en la persona, pero falsas (Spoiler: se puede apoyar desde el realismo)
Luego tenemos que crean una sensación de presión por cumplir expectativas. Lo que, por un lado, puede aumentar la ansiedad el día del examen. Y, por otro, si uno escucha estos comentarios año tras año, y año tras año por mucho que estudie, no saca plaza, estos comentarios favorecerán sentirse aún peor.

4) APOYA DESDE EL REALISMO (SE PUEDE)
Este es el spoiler de antes
¿Cómo? Pues, ante la dificultad de sacar plaza, de obtener un resultado satisfactorio, un punto sería centrárnos en su esfuerzo, más que en los posibles resultados. Si sabemos que esa persona está haciendo todo lo posible, elogiar su enorme esfuerzo. No es fácil opositar. No es fácil encerrarse y decir tantas veces no a comodidades, a amigos, a pareja, etc, por tal de estar a solas horas y horas con los libros. Reconozcamos ese esfuerzo, con independencia del resultado final. Ayudará tanto en el pre-examen, como en el post-examen.
Y, hostia, no es que no se pueda soltar un "¡vamos coño cómete ese examen, confía en ti!" antes del día D. Claro que sí. No seamos tiquismiquis. El realismo es simplemente apoyar sin menospreciar la gran dificultad del reto.

- Después del examen

5) NO PREGUNTES DIRECTAMENTE POR EL PUESTO.
¿Por qué no? ¿Qué se tiene que ocultar?
Pues, mira, te lo explico: Como digo arriba, una persona que lleva varios años opositando, y sigue sin entrar, rara vez está contenta con su puesto. Por tanto puede tener deseos de comunicarlo, o puede no tenerlos. Para respetar en el caso de que no los tenga, lo mejor es no preguntarle directamente. Tranquilos, si no le importa, probablemente salga de esa persona decírtelo.
Se trata de priorizar su bienestar por encima de tu curiosidad o morbo.

6) SI PUEDES PREGUNTAR POR SUS SENSACIONES, por cómo se ha sentido durante el examen, o por cómo se siente tras las notas. Aquí puedes dar apoyo, enfatizar las sensaciones positivas, normalizar las negativas. Pero si ves que desvía el tema, respétalo.

7) NO HAGAS DRAMA.
El mayor drama lo tiene seguramente uno, aunque sea internamente. No enfatices el palo que se ha llevado esa persona. No caritas de pena como si tuviera un cáncer terminal. De la misma forma que antes decía: no te pases de optimista. Pues aquí no hundas con tus expresiones.

Esta foto descuadra tanto de la columna de la entrada (vista en PC), como ciertos comentarios, sí


8) SI PUEDES MOSTRAR COMPRENSIÓN. Mostrar que entiendes que sea un momento duro, por todo el tiempo y esfuerzo invertido, y que estás ahí si necesita algo, por ejemplo. Ayudar a mentalizar de que, aunque ahora cueste verlo, la vida sigue. Parece un tópico, pero esto es verdad en tanto que efectivamente, nada se para. Ni por ti, ni por el PIR, ni por nada. Y, dentro de este camino en constante cambio que es la vida, tu eliges donde situar el PIR y todo lo demás. Y, mientras haya salud, puedes intentar cambiar tu vida, en cualquier momento, en cualquier dirección que te plantees (dicho sin 'misterwonderfulismo', que no se mal entienda, please)

9) NO DES A ENTENDER QUE ESTABA EQUIVOCADO
No es que los opositores nunca se equivoquen. Es por el injusto mal lugar en el que dejan comentarios como este:
"Si es que el PIR es imposible. Por eso yo apenas lo empecé, lo dejé porque vi que aquello no tenía futuro. Menos mal que lo hice, porque mira, como ves por mucho que dediques años y años es que no te asegura nada. Yo ahora ya al menos estoy en el centro de conductores y algo saco".
Sí, estás crueldades las he escuchado. Y dan a entender que uno fue tontito por elegir un camino imposible. No, no ayuda.

10) AYUDAR A TOMAR UNA VISIÓN GLOBAL, A QUITAR ZOOM
Va todo muy relacionado. El "la vida sigue" va de la mano de ver en qué consiste la vida. La vida no es sólo estudiar. Pero cuando dedicas toda tu vida, todas tus fuerzas, todo tu ser, a estudiar, puedes creerte esa mentira. Es una mentira que puede ser útil creerla, parcialmente, cuando invertimos tanto en el estudio. La pescadilla que se muerde la cola. Somos, en gran parte, lo que hacemos.
Pero ahí estás tú, familiar, amigo, pareja, compañero de oposición, para desde el respeto, intentar que la persona amplíe miras. Reconociendo su esfuerzo, y sin forzarlo a apartarlo del camino tomado (eso lo tendrá que decidir esa persona), hacerle ver que hay más mundo. Puede ser de forma sútil, contando tu propia experiencia, cómo volviste a retomar aquellas aficiones que habías abandonado, o cómo iniciaste otro camino vital. Puedes servirte de algún interés que conozcas de esa persona, para preguntarle por él, para informarle que has visto X formación sobre el tema, o que hay X oferta de empleo sobre aquello otro.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------
Edito: Añadiría un especimen muy curioso que yo particularmente he sufrido:

- EL SOLUCIONAVIDAS
Él te dice a qué deberías haber opositado (y a qué no), o te dice que te dejes de la tonteria de estudiar y te pongas a trabajar que es en lo que consiste la vida. Ni siquiera les has pedido consejo. Pero se creen con esa superioridad para dictarte lo que debes hacer. Puedes tomártelo a risas como he hecho yo a veces (les tengo cariño y sé que en realidad no quieren fastidiar) o puedes mandarlos tranquilamente a la mierda si lo crees conveniente.

En definitiva, la palabra que lo resume es: EMPATÍA
Tengamos en cuenta que estos comentarios rara vez se producen aisladamente. Colman la paciencia no a la primera, ni a la quinta, pero sí cuando se producen la enésima vez.
Se que es difícil. Se que es normal caer. Y todos caeríamos fácilmente en algunos de estos errores.
Detectarlos y comunicarlos es simplemente una forma de evitar el malestar innecesario que generan.

miércoles, 21 de febrero de 2018

Un mundo feliz - Aldous Huxley

Tocaba viaje. Por delante, aún 4h de avión., y poca batería en tu móvil. Espera. Recuerdas que llevas un libro en la maleta. Y no cualquier libro. Al fin, años después de que llegara a casa, he encontrado el momento de leerlo (aunque haya necesitado un trayecto a Islandia de 4h que debía rellenar). Además, era el primer libro que leía "por gusto" en bastante tiempo.



Pues bien, me ha parecido entretenido pero, sobre todo, con una gran base filosófica, en lo referente a la vida en sociedad. Era este un libro del que había leído multitud de veces. La última, en el libro El arte de amar, del psicoanalista Erich Fromm (quizá también escriba sobre este libro). Esta cita de Fromm dice así:

El hombre moderno está actualmente muy cerca de la imagen que Huxley describe en 'Un mundo feliz'bien alimentado, bien vestido, sexualmente satisfecho, y no obstante sin yo, sin contacto alguno, salvo el superficial, con sus semejantes, guiado por los lemas que Huxley formula tan sucintamente, tales como: "Cuando el individuo siente, la comunidad tambalea"; o: "Nunca dejes para mañana la diversión que puedes conseguir hoy"; o, como afirmación final: "Todo el mundo es feliz hoy en día". La felicidad del hombre moderno consiste en 'divertirse'. Divertirse significa satisfacción de consumir y asimilar artículos, espectáculos, comida, bebidas, cigarrillos, gente, conferencias, libros, películas, todo se consume.
(Saludos a El club de la lucha, entre otras obras modernas)

Efectivamente, en el libro de Huxley se nos habla de una sociedad aparentemente idílica, donde todo el mundo es feliz. A través de la programación genética y de un condicionamiento temprano, se moldea individuos que sean felices con el rol que se les tiene asignados, en lo que la sociedad les pide. La base de esta sociedad utópica me parece bien propuesta por el autor, basándose en un funcionamiento social, y en unos principios científicos nada descabellados (programación genética, aprendizaje temprano, psicofarmacología). Teniendo además en cuenta la época en que lo escribió, esto es algo que me ha gustado mucho.

A lo largo del libro iremos viendo como esa especie de felicidad impuesta puede tener algunos reparos, relacionados con tendencias humanas innatas (y culturales, ojo). Esto se nos explica a través de los disidentes, de los que se rebelan ante esta sociedad idílica de consumo. En este sentido, tanto el tipo de sociedad, como el papel de los disidentes, me recuerda un poco al capítulo de Black Mirror: 15 millones de méritosLa charla final entre Mr Salvaje y el interventor es el colofón reflexivo sobre la idoneidad o no de esta sociedad creada.

Mi nota: un notable. Lectura relativamente corta, de ficción realista, con una alta dosis de contenido filosófico-social, y de un entretenimiento aceptable. Ha merecido la pena darle una oportunidad, funcionando casi como una de esas dosis de soma.

Como postdata, dejo un fragmento del prólogo del propio Huxley bastante revelador, y de gran vigencia hoy día (por ejemplo, cuando topamos con nuevos términos supuestamente cool que nos quieren hacer ver que la miseria mola):

Un Estado totalitario realmente eficaz sería aquel en el cual los jefes políticos todopoderosos y su ejército de colaboradores pudieran gobernar una población de esclavos sobre los cuales no fuese necesario ejercer coerción alguna por cuanto amarían su servidumbre. Inducirles a amarla es la tarea asignada en los actuales estados totalitarios a los Ministerios de Propaganda, los directores de los periódicos y los maestros de escuela
Saludos al neoliberalismo económico y sus consecuencias

domingo, 4 de febrero de 2018

Última semana antes del PIR

Tras la mano en el hombro de nuestro compañero Antonio a través de su acertada entrada, me apetece contar mi experiencia en esta recta final de mi enésima presentación al PIR.

Este año pasado, a diferencia de otros, decidí que ya no iba a opositar de forma exclusiva. No podía con ese estilo de vida más. Pero a la vez, pensaba que no quería dejarlo. Por inversión, por enganche, o por lo que queramos llamar. Aunque en realidad creo que es porque en el fondo ser clínico sigue siendo mi opción preferida aun conociendo los 'pero'. Así que abrí puertas y entré en un máster de discapacidad este curso.

En resumen, por fin he conseguido que el PIR este año ya no sea lo primero. Y me alegro. Porque lo necesitaba, y me ha costado mucho conseguirlo.

En estas circunstancias, me presento a este examen con cierta tensión, porque no es poca cosa a lo que uno opta. Peroa la vez tranquilo.
Ya no me doy plazos. No más parón vital tras el examen. Ni vacío asociado. Ni culpabilidad.

Más que nunca, mi vida seguirá su rumbo. Si no sale la plaza, el PIR seguirá estando ahí, como opción posible. Y yo seguiré con mi vida, decidiendo otorgarle más o menos espacio.
Pero ya nunca más todo el espacio.

Cuento esto porque creo que es importante a la hora de contextualizar las cosas. Y de darle su justa importancia en un momento (como este, última semana) en el que uno puede sentirse al borde de un precipicio. De una catástrofe que en realidad no es tal. No hay ningún precipicio.
Y este cambio de dirección me ha ayudado a asumir esto de verdad.

Por lo demás, creo que al restarle tiempo al estudio, no he progresado como habrán hecho otras personas. Pero si he mantenido un nivel alto. Así que a por todas este sábado.
- ¿Y luego qué?
- Luego a seguir viviendo.

martes, 23 de enero de 2018

Querida compañera

Hoy 23 de enero, a dos semanas del PIR, te escribo para contarte que ya no puedo más. Ayer a la tarde intentaba estudiar y me caía de sueño. Hoy, ya descansado, me ponía de nuevo a estudiar y se me caían las lágrimas. No por cansancio sino más bien por desánimo. Estamos acostumbrados a los pensamiento parásitos, ¿verdad? Normalmente no son más que ruido, el repaso del temario queda a mayor volumen y dejamos de oírlos. Pero hoy no he podido más, esos pensamientos han pinchado justo donde más duele, se han formulado en primera persona, ¡como si yo me los creyera!: "No soy capaz de hacerlo, no voy a conseguirlo, no estudio más porque no voy a sacar la plaza". Te puedes imaginar qué llorera. No sabía qué hacer, ni a quién contarle cómo me sentía, pero no podía estudiar, no con esa visión de mí mismo.
No te preocupes. Probablemente volveré a sentirme mal de aquí al examen, es el pan nuestro de cada año y enero no perdona el cansancio ni las frustraciones. Pero también sabemos que una cosa es la figura y otra el fondo. Tal vez esta bajona, las habidas y por haber, sean el fondo (oscuro, muy feo). Pero lo que contrasta  es la figura, todo lo que nos mueve a seguir luchando hasta el 10 de febrero (y también después), todo eso que finalmente gana sobre el fondo. Tan sólo quería compartir contigo que yo también dudo de mí y que también me siento mal a veces, pero que seguimos esforzándonos a pesar de todo, un día tras otro.

Un fuerte abrazo compañera.